El siglo XIX (1800-1899) lo comenzamos en Vivel con otra visita pastoral en 1804, la del Ilustrísimo Don Miguel de Santander, Obispo Amizonense auxiliar y visitador general del Arzobispado de Zaragoza y Partido de Teruel.

La Iglesia parroquial de nuestra Señora de la Peña es regentada por Monseñor Roque Buríllo. Está constituida por 100 vecinos y 270 almas de comunión. Situada en la parte superior del pueblo y pegada a la pared sur de la peña del cementerio viejo. Pedro Sancho es el sacristán que se encarga, entre otros menesteres, de mantener continuamente ardiendo una lámpara ante el santísimo sacramento y de custodiar la llave de la iglesia.

La iglesia cuenta con altar mayor dedicado a Nuestra Señora de la Peña y ocho más pequeños dedicados a San Francisco Xavier, Santa Agueda, Nuestra Señora del Rosario, Santo Cristo, San Jorge, San Roque patrón de este pueblo, el de las almas y San Antonio Abad.

Pila bautismal con sumidero, es de piedra con cubierta de madera y cerrada con llave. Un coro bueno y firme. Tres confesionarios y un inventario importante de ropa de celebración. Tres cálices, dos de plata y otro de bronce y plata, dos incensarios, dos cruces parroquiales, una de plata y otra de bronce y plata. Todo ello da cuenta de la importancia de la iglesia, así como testimonios que le atribuyen gran belleza.