Arranca el siglo XX
Tras los sucesos de la guerras carlistas, los comienzos y casi primera mitad del siglo XX la vida del municipio transcurre dedicada a las actividades agrícolas y ganaderas. Régimen económico de subsistencia desarrollado en pequeñas propiedades cultivadas con métodos artesanales y una pequeña cabaña de ganado lanar y caprino.
Un molino harinero y los oficios artesanos de carpintero, herrero, guarnicionero con alguna abacería, taberna, posada, etc. son los que completan la actividad económica del municipio a principios del 1900.
El proceso de industrialización del norte de España (Bilbao, Guipúzcoa, etc.) y las zonas costeras del mediterráneo (Barcelona, Tarragona, etc.) reclama materias primas de las zonas del interior. La demanda de producción de cereales, minerales, etc. comienza a tener una dimensión de consumo superior al local o doméstico.
El 1 de mayo de 1900 comienzan, oficialmente, las obras de construcción de ferrocarril minero de Utrillas-Zaragoza. En tres años y cinco meses (1904) estará construido. Durante estos años habrá jornales que ayudarán a las débiles economías de los pueblos.
Con la puesta en marcha del ferrocarril dará comienzo una etapa de desarrollo agrícola e industrial que creará empleo en Vivel. El cultivo de la remolacha que se venderá en las azucareras de Zaragoza. El movimiento de personas de los pueblos del contorno hacia la estación de ferrocarril de Vivel que incrementará los ingresos de comercios y servicios del lugar.
Por otro lado la primera guerra mundial (1918) así como el desabastecimiento de la minería Inglesa generan una fuerte demanda de carbón desde el norte y zonas costeras del mediterráneo, para consumo interior y para exportación. El incremento de la oferta de trabajo en las minas de Utrillas facilita la incorporación de mineros de Vivel.
En 1934, Vivel es un pueblo con 595 habitantes. Al servicio de ferrocarril a Zaragoza se añade el autobús diario a Teruel y Alcañiz, a Barcelona los viernes y a Madrid un día a la semana. Cuenta con:
Alcalde: D. Leoncio Millán
Secretario: D. José Royo
Juez municipal: D. Valentín Anadón
Fiscal: D. Jorge Aranda
Médico: D. Joaquín Garcés
Comadrona: Dña. Miguela Martín
Profesora de escuela: Dña. Encarnación Villafranca
Profesor de escuela: D. Benigno Severo
Párroco: D. Fermín Benedicto
Estanco: D. Silvestre Gimeno
Jefe de estación de ferrocarril: D. José Gracia
Correos: D. Antonio Gimeno
Teléfono: D. Pascual Gómez
Panaderías: D. Basilio Camacho y Dña. Pabla Gimeno
Parador: D. Agustín Aldea
Posada: D. Simón Gracia
Albacerias(comestibles): D. Antonio Alfonso, D. Francisco Galve, Federico
Albañiles: D. Alejandro Gómez, D. Rafael Gonzalo, D. Cecilio Royo
Alpargatería: D. Tomás Simón
Azafrán: D. Sebastian Gimeno
Barbería: D. Benigno Gimeno
Café/taberna: D. Francisco Galvez
Carnicería: D.Francisco Galvez y Federico Gonzalo
Carpintería: D. Jorge Gonzalo y D. Manuel Latorre
Cereales: D. Miguel Alentorn, D. Antonio Alfonso y D. Sebastián Gimeno
Ganaderos: D. Juan Aranda, D. Emilio Benedí y D. Manuel Pardos
Herrería: D. Agustín Aznar y D. Gregorio Camacho
Gasolinera: D. Manuel Pardos
Casino principal: Centro Republicano
Tejidos: D. Florencio Blesa y Dña. Pabla Gimeno
Propietarios: D. Juan Aranda, D. Emilio Benedí, D. Francisco Herrera y D. Epifanio Millán
1936-1939 Guerra Civil Española.
Vivel queda establecido como línea de frente entre el ejército Republicano y el ejército de Franco. Desde julio de 1936 hasta febrero de 1937 la ocupación del pueblo la ejercen los republicanos. A partir de febrero de 1937 hasta el final la ocupación la ejerce el ejército de Franco.
Se puede decir que son dos ocupaciones diferentes. En la primera no hay un asentamiento de tropas estable en el pueblo. En la segunda sí que hay asentamiento estable y las tropas de Franco se fortifican construyendo trincheras, casamatas, etc.
Durante los primeros meses de confrontación en Vivel ocurre lo que en muchos pueblos de España, que arden en la hoguera los archivos que contienen la historia que hay desde 1840 a 1936 y que con motivo de la primera guerra carlista ya fueran quemados también.
De las consecuencias de la guerra, en lo social y lo económico se ha escrito mucho. Todavía está en la memoria de algunos lo maltrechas que quedaron las economías familiares y lo que supone volver a empezar.
La etapa de 1950 a 1975 algunos la llaman la edad dorada de la agricultura Aragonesa. Es la etapa de mecanización del campo. La introducción de medios mecánicos que hacen más rentable el trabajo y restan sufrimiento personal.
En 1961 los tractores existentes en Aragón representan el 12% del total de los existentes en España y las cosechadoras, en el mismo año, representan el 17,5% del total. En Teruel se contabiliza el siguiente parque de maquinaria agrícola.
En Vivel tras la guerra civil española, como ya hemos dicho, la economía está maltrecha, los recursos familiares son escasos y desde luego no llegan para hacer inversiones en mecanización agrícola. Hasta cerca de los cincuenta se continúa segando a mano y trillando en la era con el trillo y los mulos. La primera segadora mecánica tirada por caballos llega a Vivel sobre el año 1949, es Emilio Benedí el que la introduce.
Las segadoras- gavilladoras hacen su aparición a primeros de los años 50 y la trilla de la mies se sigue haciendo con trillo en la era. Es en el año 1962 cuando Nicolás Royo Cortés compra la primera trilladora mecánica.
En el año 1959, también de la mano de Nicolás Royo Cortés, llega a Vivel el primer tractor. Se trata de un tractor alemán marca Kramer con número de matrícula TE-401.
Alfredo Royo labrando
En el año 1966 Nicolás Royo Cortés trae la primera cosechadora que a diferencia de las actuales no cargaba el grano en tolva sino en sacos que había que reemplazar uno detrás de otro toda vez que se llenaban. Con la llegada de las cosechadoras se puede considerar cerrado el ciclo de mecanización agrícola. Naturalmente que los avances, innovaciones e introducción de nuevas herramientas ha sido un proceso imparable desde entonces.