La guerra en la zona

Extracto del ESTUDIO: Vestigios de la Guerra Civil (1.936-1.939) en el entorno de Vivel del Río Martín-Armillas (Teruel). Rev. 2 de mayo 2.020. AA.VV. de Vivel del Río Martín:

 

 

La localidad de Vivel del Río Martín y el enclave de la “Venta del Diablo” de Portalrubio se convirtieron en dos posiciones anheladas por republicanos y franquistas, pues desde estas posiciones se controlaban las principales comunicaciones entre las Cuencas Mineras, el valle del Jiloca, el del Alfambra, el Campo de Visiedo y Teruel. Entre septiembre de 1936 y mayo de 1937 ambos bandos combatientes lucharon denodadamente por controlarlas.

El 4 de agosto de 1936, efectivos sublevados en Teruel se dirigieron sobre Utrillas con la intención de tomarla. Contaban con seis camiones cargados de combatientes (en total 200 hombres), al mando del comandante Aguado (Virgilio Aguado Martínez, Zaragoza 9-IV-1900 – Sarrión 13-VIII-1936), que moriría días después en Sarrión, en acción de guerra. En Pancrudo atacaron y rindieron a la guardia que vigilaba la entrada de la población y llegaron hasta Vivel del Río Martín, pero ante la amenaza de las fuerzas republicanas de Utrillas, tuvieron que desistir del ataque.

El 8 de agosto, Aguado salió de Teruel para recuperar Muniesa. Se le unieron campesinos de Alfambra y Perales de Alfambra, pero al llegar nuevamente a Vivel del Río Martín, ante una fuerte resistencia, tuvo que volver de nuevo a la capital.

A finales de agosto de 1936 acababa la primera fase de la guerra en esta parte de Aragón y la provincia de Teruel quedó dividida por el frente. Los sublevados perdieron completamente los partidos judiciales de Valderrobres, Alcañiz, Hijar, Castellote, Aliaga y Mora de Rubielos, y quedaron repartidos entre ambos bandos los de Montalbán, Albarracín y Teruel. Con los militares sublevados quedó íntegro el partido judicial de Calamocha. Aunque el frente experimentó algunos cambios hasta finales de 1936, esta línea se mantuvo prácticamente inalterable hasta la toma de Teruel por los republicanos en enero de 1938.

A finales de septiembre de 1936 se produce el avance de una columna republicana, la Macía-Companys, procedente de Utrillas, que comienza a atacar Torre los Negros, Fuenferrada y Villanueva del Rebollar, en poder de los sublevados. El objetivo de este ataque era el abrir un nuevo frente en esta zona del país y así, descongestionar el ataque franquista a Madrid. Consigue fortalecerse en la Venta del Diablo, en las inmediaciones del puerto Mínguez, además de adueñarse de las localidades de Portalrubio, Pancrudo, Alpeñés y todo el Campo de Visiedo.

La Macía-Companys se componía de unos 1.200 hombres, todos miembros del partido Esquerra Republicana de Cataluña, y contaba con 4 ametralladoras y 2 baterías de montaña. Su jefe militar era el teniente coronel Jesús Pérez Salas y el responsable político el exalcalde de La Seo de Urgel Enrique Canturri. Una de las características que distinguía a esta columna, que salió de Barcelona el 5 de septiembre con destino a la zona de las Cuencas Mineras, era que todas las unidades con más de 100 hombres eran mandadas por capitanes profesionales y, en las que tenían menos de esa cantidad, los responsables eran suboficiales. Era la columna que más se parecía a una unidad militar típica, tanto en su organización como en su disciplina, y su despliegue comprendería desde Segura de los Baños hasta Pancrudo.

Para frenar este avance republicano, el día 21 de septiembre llegaron refuerzos procedentes de Calamocha (un centenar de voluntarios agrupados en una bandera falangista), junto con sesenta hombres de infantería procedentes de Calatayud y dos docenas de guardias civiles, y realizaron un contrataque entre Villanueva del Rebollar, Vivel del Río Martín y Portalrubio. Las tropas franquistas eran muy limitadas en estos meses, pero consiguieron reclutar a numerosos voluntarios. Estaban armadas con fusiles y unas pocas ametralladoras. Consiguieron detener el avance republicano hacia el valle del Jiloca en la Rambla del Tejar de Torre los Negros, donde estaba la posición que defendía a las tropas franquistas asentadas en el pueblo, protegida por el parapeto de Los Cabezos, como segunda línea de avanzada. Para evitar futuras sorpresas, fortificaron algunos cabezos cercanos de Torre los Negros y Villanueva del Rebollar y, más cerca del valle del Jiloca, construyeron trincheras cerca de Caminreal por si se rompía el frente.

En el mes de octubre continuaron los ataques republicanos contra Torre los Negros. Un día consiguieron entrar en esta localidad, pero fueron desalojados horas después, dejando muchos muertos y material de toda clase. El 24 de octubre vuelven a concentrar numerosas tropas en la Venta del Diablo para lanzar un nuevo ataque contra el valle del Jiloca. Contaron incluso con un camión blindado con dos ametralladoras, pero nuevamente, los franquistas desplazan tropas voluntarias desde Calamocha y guardias civiles a Villanueva del Rebollar para frenar el ataque.
Ni las tropas franquistas ni los republicanos asentados en Utrillas poseían grandes efectivos, ni mucho menos piezas de artillería ni ametralladoras, lo que impedía pasar a la ofensiva. Los republicanos se contentaron con fortificarse en laVenta del Diablo (Portalrubio) y en El Trapecio (Vivel del Río Martín), controlando las dos principales carreteras que unían las Cuencas Mineras con el valle del Jiloca (N-211 y A-2401).

Los días 16 y 17 de febrero de 1937 las tropas sublevadas desplazaron por ferrocarril hasta Calamocha numerosos carros de combate, ametralladoras, armas contracarros y soldados procedentes de Zaragoza. Con estas tropas y armamento lanzaron una ofensiva para recuperar el Trapecio, la Venta del Diablo, y las localidades de Vivel del Río y Fuenferrada en poder de los republicanos. El ataque, de una cierta envergadura, muestra la capacidad de las tropas franquistas para desplazar en poco tiempo numerosos contingentes, consiguiendo una superioridad aplastante en un punto concreto  (Información más comleta en este enlace a Blog de GRIEGC).

Los franquistas organizaron tres columnas al mando del teniente coronel Mariñas Gallego. A primeras horas del 18 de febrero se inicia el ataque por la carretera de Villanueva del Rebollar por parte de los legionarios del Tercio Sanjurjo y el Tercio Azul, de guardias de asalto, cortando, en un primer momento, las comunicaciones entre Vivel del Río y Segura de los Baños. Al día siguiente se lanza un fuerte bombardeo de las posiciones republicanas, lo que provoca la ruptura del frente, la ocupación de El Trapecio y el avance de los sublevados hacia Vivel del Río Martín.

El 20 de febrero continúan los combates. Los sublevados llegan hasta Fuenferrada y las posiciones de La Cuesta, que cerraba la carretera de Teruel y aislaba relativamente la posición republicana de La Venta del Diablo, que resiste duramente.

Los republicanos tuvieron que recurrir a dos batallones de la División Juberty otros dos de la Carlos Marx, así como a dos baterías de montaña. El 22 y 23 de febrero, estas tropas iniciaron un contraataque hacia Vivel del Río Martín, pero fueron rechazadas con muchas bajas. No pudieron recibir más refuerzos, pues los franquistas atacaron los mismos días Almonacid de la Cuba y Villalba Baja, para retener a las tropas concentradas en Belchite y Teruel.

La batalla terminaría el 1 de marzo con la toma del pueblo de Portalrubio y las últimas posiciones que resistían en la Venta del Diablo. El control de estas posiciones permitió a los franquistas dominar las alturas de la Sierra, proteger el valle del Jiloca y vigilar las comunicaciones con las Cuencas Mineras.
Desde ese momento, Vivel del Río Martín quedó en vanguardia del ejército sublevado, por lo que muchos de los altos situados hacia Martín del Río, republicano, fueron fortificados (Alto de Piedra Helada, Hoya Oceca, Los Majuelos, La Rocha y principalmente el Cabezo del Águila).

Las pérdidas republicanas fueron enormes: 500 muertos, 400 fusiles, 30 ametralladoras y más de 300.000 cartuchos. Además, perdieron la comunicación de la zona de las Cuencas Mineras con el valle del Pancrudo y el Campo de Visiedo, por donde en febrero de 1938 los franquistas mandarán sus tropas para la batalla del Alfambra.
Desde el inicio de la guerra, la Columna Maciá-Companys fue la que se encargó de las operaciones republicanas en la zona. El 28 de abril de 1937 laColumna se integró en el XII Cuerpo de Ejército como la 30ª División que en el momento de su configuración estaba formada por las Brigadas Mixtas (en adelante BM)131 y 132,con base de operaciones en Montalbán.

A partir de mayo de 1937 la Columna fue relevada por las 132 y 146BM, de la 30ª División, que tenían el 581 Batallón en Segura de los Baños y el 582 en Armillas. Las posiciones de defensa republicanas de Martín del Río (La MatillayMiralbueno) se ubicaron ocupando las alturas que bordeaban la carretera, enfrentadas a las franquistas de Vivel del Río Martín, especialmente en el Cabezo del Águila.

A partir de este momento, el frente permanecería estable hasta el comienzo de la Batalla de Aragón,en marzo de 1938. A finales de enero, el ejército republicano, presionado quizá por el desgaste de las tropas, trasladó hasta 6 Divisiones desde el frente de Teruel a otros lugares del conflicto. Cubriendo la línea de contacto del frente desde Rudilla hasta la posición de Miralbueno de Martín del Río se encontraban la 30ª División con la 131 BM intacta, 2 batallones de la 132 BM y algunos efectivos motorizados con varios carros de combate provenientes del frente de Madrid.

Tras el ataque de los sublevados al valle del Alfambra, el ejército republicano hizo venir a este teatro de operaciones a las siguientes unidades:

• Un Batallón de Guardias de Asalto desde Belchite.
• La 19ª División del VIII Cuerpo de Ejército de Andalucía formada por las 73 y 74 BM de Pozoblanco y la 52 BM.
• La 35ª División, que acababa de llegar a Belmonte a descansar.
• Las 34ª y 70ª Divisiones desde la zona de Alcañiz.

Con estos efectivos, el ejército republicano ejecutó una operación envolvente de gran envergadura con el objetivo de tomar Vivel del Río Martín. La noche del 14 al 15 de febrero de 1938 se lanzó un ataque simultáneo y por sorpresa sobre los flancos norte y sur de la población. El flanco norte fue atacado por la 34ª División con las 68 y 94 BM, encargada la primera del pinar de Segura de Baños y Allueva y la segunda de la posición de La Atalaya y la población de Segura de Baños, así como de la parte más alta del río Segura. Como apoyo participaban 3 batallones de la 15 Brigada Internacional. La 68 BM fracasó en su intento y la 94 BM consiguió aislar la posición de La Atalaya, pero no consiguió lo propio con la de Segura de Baños. Finalmente, se logró tomar el pueblo y la posición de La Atalaya con el apoyo del Batallón Mackenzie-Papineau y la posición de Sierra Pedregosa por el Batallón Lincoln y el Batallón Español, pertenecientes los tres a la 15 Brigada Internacional de la 35 ª División.

El flanco sur fue atacado por la 70ª División con sus 92 y 32 BM, quedando la 95 de reserva. El peso de la operación fue llevado por la 92 BM, compuesta en su casi totalidad por voluntarios de la CNT de Málaga y del Campo de Gibraltar. Aunque inicialmente consiguieron sus objetivos no resistieron en los mismos el contraataque de los sublevados que llegaron a tomar más de 300 prisioneros.

Quedaba como reserva para el ataque directo sobre Vivel del Río Martín la 35ª División, integrada por las mejores tropas del reconstruido Cuerpo de Ejército. No estaba previsto que entrara en acción hasta que hubieran terminado las operaciones de los flancos y se hubiera establecido el contacto entre las 34ª y 70ª Divisiones en la Venta del Diablo, pero ante el fracaso de la 68 BM frente a Segura de Baños, tuvieron que desviar fuerzas a este punto y se desistió del ataque sobre Vivel.

Los efectivos motorizados existentes en la zona tenían la misión de limpiar el triángulo Vivel del Río Martín-Laguna Alta-Venta del Diablo una vez terminada con éxito la primera fase de la operación, pero dado el fracaso de la misma se retiraron a sus posiciones.

El 9 de marzo de 1938 comenzó la Batalla de Aragón. Los Cuerpos del Ejército Marroquí del general Juan Yagüe y el de Galicia del coronel Antonio Aranda, junto con el Cuerpo de Tropas Voluntarias Italianas (CTV) del general Mario Berti, rompieron el frente, al sur del Ebro, por Villanueva de Huerva, Rudilla y Vivel del Rio, después de una intensa preparación artillera. El avance fue muy rápido.

A las 6:30 horas de ese día son atacadas las posiciones de La Matilla y Miralbueno, en Martin del Rio. Después de un intenso fuego artillero (en solo media hora cayeron más de 10.000 obuses), la aviación franquista todavía realizó tres pasadas de bombardeo.

El objetivo de los sublevados era avanzar desde Vivel del Rio Martínhacia Montalbán y Alcorisa. Para ello, el coronelAntonio Arandadividió las unidades en dos frentes: el grupo Norte, con la 4ª yla 83 División, iría hacia Armillas y seguiría avanzando, envolviendo Montalbán desde el Norte, y el grupo Sur, con las restantes divisiones (82, 84 y 108), desde Cervera del Rincón a Utrillas, Escucha y Montalbán. Como apoyo tenía a la Legión Cóndor alemana, al Cuerpo del Ejército Marroquí y a la aviación Ítalo-Española.Ese mismo día 9, la 4º División “Navarra” del Cuerpo de Ejército Galicia, al mando de la cual estaba el entonces coronel Camilo Alonso Vega, rompía su frente y tomaba las zonas de Las Coronasy Los Cabezos Altos y llegaba hasta Armillas. En la operación capturaron 67 prisioneros (uno de ellos teniente), sufrieron las bajas de un alférez y 4 de tropa y resultaron heridos un alférez y 58 de tropa. En cuanto al material, se apoderaron de dos tanques, un tractor, una ambulancia y mucho armamento, aunque un disparo antitanque republicano alcanzó a un tanque Panzer I, también conocido como “Negrillo” que participaba en la operación.

La 83º División, al mando del entonces coronel Pablo Martín Alonso, ataca desde Vivel del Río en dirección a Martín del Río, pero tiene que desistir al encontrar una resistencia numantina en las posiciones fortificadas de La Matilla y Miralbueno.

Al amanecer del día 10 de marzo, Vivel del Río sufrió un fuerte cañoneo artillero republicano, pero sobre las 11 de la mañana del día siguiente, el ejército sublevado lanzó su ofensiva en masa con la 83º División. Ante la superioridad del enemigo, el ejército republicano se batió en retirada, siendo ocupadas las posiciones de La Hoz de la Vieja, Josa, Alcaine y Obón por la4ªDivisión, Martin del Rio por la 83 División y Valdeconejospor la 84 División.

El día 12 de marzo prosigue la retirada de las unidades del ejército republicano que habían combatido en las posiciones de Vivel y Armillas hacia Montalbán, Castel de Cabra y Palomar de Arroyos. Utrillas es controlada por los franquistas a las 4,30 horas de ese día y, ya en retirada en dirección Escucha y altos del San Just, son incendiados los archivos del Ayuntamiento y la casa de la Dirección y se dinamita el castillete del Pozo Santa Bárbara, junto con las calderas y la sala de máquinas de extracción del carbón.

Principales fuentes de información de este apartado:
• GUERRA CIVIL: ARAGÓN (T. III). TERUEL, de Valentín Solano Sanmiguel.
• La Ofensiva de Zaragoza (1936-1939). Cuaderno nº 7, deFernando Martínez de Baños.
• Archivo General del Ejército de Ávila.
• Centros de Estudios del Jiloca.

• GRIEGC